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Cuando nos planteamos acudir por primera vez a terapia es normal sentirse nervioso y con dudas acerca de lo que nos podríamos encontrar. A lo largo de la historia la psicoterapia sólo se ha enfocado a algunos colectivos, sin embargo, a día de hoy es sinónimo de cuidado y salud. Del mismo modo que acudimos a la medicina ante problemas fisiológicos, la psicología existe para ayudar y abordar la mente.
No es necesario acudir únicamente cuando estamos al límite, ya que la terapia se configura como un espacio de confianza, íntimo, cercano, privado, seguro para tí, sin juicios y respetuoso, que creamos los dos, con el fin de trabajar dificultades o preocupaciones. Lo más importante es que te sientas cómodo y libre en este espacio, donde mi misión es acompañarte a lo largo de un proceso de cambio y descubrimiento. Empezar una terapia es dar un paso en tu vida, sentirse asustado y nervioso es natural al ser algo nuevo y desconocido, ya que nos lleva a abrirnos a nosotros mismos frente a otra persona. Lo creas o no, esto le ocurre a todo el mundo.
Como no hay dos personas iguales, no existen terapias iguales. Aprovecharé toda mi experiencia para integrar mis conocimientos y aplicar técnicas y teorías desde distintas orientaciones en función de las necesidades de cada persona y cada momento de su vida, lo que resultará en una terapia única y personalizada donde me importas tú mismo, tu sufrimiento, tu comprensión del mundo, tus intereses...
Mi interés y mi objetivo es trabajar con personas a través de la terapia y el acompañamiento psicológico, ya que es lo que me gusta, lo que sé hacer, y lo que puedo hacer. La psicología es lo que me define como profesional y como persona.
